Celso Otero Casdelo tiene claro que una de las principales virtudes de sus futbolistas es la manera en la que se vuelcan en lo que están haciendo. “Quizá no se entienda bien lo que voy a decir pero lo mejor son sus excesivas ganas, que muchas veces les llevan a precipitarse o a ser superados con facilidad, pero sin duda yo prefiero siempre tener esto en mi equipo y no todo lo contrario”, asegura. 

"Importantísimo es que se enganchen a este o a cualquier deporte para que comiencen a comprender lo que significa y conlleva pertenecer a un equipo", explica Celso Otero

Pese a la corta edad de los jugadores, este entrenador se esfuerza por inculcarles tanto valores futbolísticos como humanos. “Importantísimo es que se enganchen a este deporte o a cualquier deporte para la mejora de sus capacidades psico-motrices, para que comiencen a comprender lo que significa y conlleva pertenecer a un equipo, que conozcan las reglas del juego, el respeto por el rival.... Todo esto no tendría sentido sin el aprendizaje del fútbol en sí, intentando que los niños progresen tanto técnica como tácticamente ayudándolos así a que tengan el máximo de recursos disponibles cuando deban de tomar una decisión en el campo. Competir de la mejor manera posible siempre debe de estar presente”, comenta.

Celso Otero Casdelo lleva seis años trabajando en el fútbol base del Calasanz y confiesa que el fútbol es toda una pasión para él. “Fue el suceso lógico, llevo en esto desde los cinco años, he jugado en varios sitios y a todas las modalidades de fútbol. Ahora la curiosidad por entender este deporte es todavía mayor y por eso hay que estar siempre formándose”, concluye. 

Su plantilla es la siguiente: